El misterio de las vacas mutiladas en General Alvear (Mendoza)
Sucedió en el paraje La Mora, a 120 km al sur de la ciudad. Los más
esotéricos ya se atreven a mencionar como responsables a seres de otro
planeta o culpan al mítico "Chupacabras".
Corresponsalía Sur
A las reses les extrajeron las ubres, no presentaban signos de muerte violenta. |
La aparición de algunos animales mutilados en un campo del sur de
General Alvear llamó poderosamente la atención de los habitantes y los
más esotéricos ya se atreven a mencionar como responsables a seres de
otro planeta o culpan al mítico "Chupacabras".
El caso se suma a otros similares que se registraron recientemente en
Entre Ríos o La Pampa, o incluso en el mismo departamento en julio del
año 2002.
En esta ocasión, dos novillos en buen estado general fueron hallados en
un campo del paraje La Mora, unos 120 kilómetros al sur de la ciudad
cabecera, con las ubres y la zona anal seccionadas con una extraña
prolijidad que hace pensar en el uso de elementos quirúrgicos.
Según las apreciaciones de José Doña (33), el propietario del campo de
4.000 hectáreas de extensión, no hay señales alrededor de los animales
que indiquen que pudo tratarse del ataque de algún predador de la zona,
aunque admite que los pumas o leones criollos se han multiplicado en los
últimos años.
"No había rastros de lucha ni huellas de otros animales o incluso vehículos, tampoco había sangre cerca del animal",
expuso el joven ganadero, que tomó una serie de fotografías y consultó
el caso con un veterinario de confianza y con el propio director
provincial de Ganadería, Lisandro Di Paolo.
"No hemos recibido otras denuncias de este tipo, y la verdad es que no sabemos qué puede ser",
admitió el funcionario, y aclaró que no vio los animales pero se negó a
dar crédito a las versiones que avalen posibles causas enigmáticas o
sobrenaturales al hecho. A simple vista, los cortes son circulares y muy
precisos, no se aprecian signos de violencia y los vacunos presentaban
una condición general buena, lo que en principio descartaría que
hubiesen muerto a manos de cuatreros y luego hubieran sido presa de
animales carroñeros.
"No tenían más heridas ni faltaba otro corte, sólo esos; tampoco hay marcas de mordidas o garras que habría dejado un animal", aseguró Doña, que revisó personalmente los restos de los novillos para tratar de detectar alguna herida de bala, por ejemplo.
"Parece que hubieran ido caminando y cayeron muertos", dijo el dueño sin terminar de hacerse una opinión que le permita explicar el misterioso hecho.
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